Manuel Vincent

"La fiesta de los toros está montada en esencia sobre la tortura pública de un animal, y, por muchos pases pintureros que el diestro pegue vestido de sota de espadas, nunca podrá ocultar la degradación que late bajo la supuesta belleza de una verónica...."

"Por mucho que se enmascare con un esteticismo hortera o con un flato poético, una corrida de toros en directo o en diferido es el espectáculo basura por excelencia, aunque lo presida el Rey de España y le guste a algún chino."

"Si alguien concibe que una carnicería semejante puede servir de soporte a un arte, ya está preparado para admitir que la verdad puede ser extraída mediante la tortura en el sótano de una comisaría; si se admite que la belleza puede surgir de la sangre derramada, aunque ésta se inflija a un animal, es que uno ya tiene justificado en el corazón todo tipo de violencia."


Manuel Vincent

domingo, 3 de octubre de 2010

En breve tendremos la "fotografía política".

Representantes de sectores económicos vinculados a la Fiesta taurina y aficionados reclaman «respeto» a los políticos vascos.
  
 
El debate sobre la fiesta ha llegado al Parlamento vasco. Una iniciativa de EB obligará a los partidos a votar a favor o en contra de las corridas. A priori, Euskadi dice 'sí' a los toros, pero las tesis abolicionistas se van abriendo hueco
 
 
 
 
 
 
Ya está aquí. La discusión sobre la fiesta de los toros ha llegado a Euskadi. Viene de la mano de Ezker Batua-Berdeak. Su único representante en el Parlamento vasco, Mikel Arana, defenderá dentro de unos días la reforma de la ley de Protección de los Animales, para ampliar su ámbito a las corridas. El parlamentario sabe que, a día de hoy, en el País Vasco no es fácil adoptar una decisión abolicionista como la acordada en Cataluña en julio. No le importa. Su objetivo -«abrir el debate»- está cumplido. «El mero hecho de que se discuta, ya es positivo», argumenta.
 
La iniciativa de EB está, a priori, llamada al fracaso. De entrada, sólo Aralar (4 parlamentarios) ha anunciado el apoyo. El representante de EA se reserva la postura para el día del pleno. En contra votará el diputado de UPyD, Gorka Maneiro, porque «no se puede forzar la voluntad de los ciudadanos a base de prohibiciones». El PSE (25 diputados) y el PP (13) también la rechazarán sin contemplaciones. A estos 39 votos se unirán con toda probabilidad los 30 del PNV. Los jeltzales defenderán una propuesta alternativa, consistente en urgir al Gobierno vasco a que en el primer trimestre de 2011 presente una reforma de la ley sobre protección de animales «que aborde las diferentes modalidades de espectáculos, festejos y tradiciones populares en que intervienen animales».
 
¿Quiere esto decir que el PNV está por abolir? No lo cree así la socialista Pilar Pérez-Fuentes, a quien le tocará defender el voto en contra de su partido tanto a la iniciativa de EB como a la de los jeltzales. «El PNV quiere salir 'inmaculado', sin marcharse, de este encierro. Para ello, pide que lo resuelva el Gobierno vasco de Patxi López, cuando son los ayuntamientos los que promueven y organizan los espectáculos taurinos. Que sea valiente y allá donde gobierna, acuerde prohibirlos». No parece que los nacionalistas estén por la labor. Como muestra, la posición del alcalde de Bilbao. Iñaki Azkuna, un asiduo a Vista Alegre, considera que el debate sobre «un espectáculo» debe realizarse desde «la tolerancia entre quienes apoyan las corridas y quienes las quieren abolir. Sin esencialismo, sin política».
 
También el PSE quiere evitar la política. Por eso, Pérez-Fuentes preguntará a Mikel Arana por qué su partido, que cogobierna con el PNV el Ayuntamiento bilbaíno, no se opone a la celebración de las corridas de la Semana Grande y «por qué aprobó conceder al Club Cocherito la Medalla de Oro de la Villa con motivo de su centenario. La postura de Ezker Batua es puro oportunismo», dice la parlamentaria.
 
Discusión incómoda
 
Los socialistas vascos buscan zanjar la discusión cuanto antes. En su agenda para la legislatura no está introducir novedades respecto a las corridas de toros a la hora de renovar la ley de Protección de los Animales, que ya prepara la consejera Pilar Unzalu. ¿Significa que el PSE está por 'blindar' la fiesta? En modo alguno. De hecho, también rechazará la propuesta del PP, consistente en reclamar al Gobierno de Zapatero que garantice «el derecho al acceso a la fiesta taurina en todo el territorio nacional, como parte de nuestro patrimonio cultural». «Se trata de evitar que cada comunidad autónoma legisle a su manera», comenta Carlos Urquijo.
 
Si el guión no se modifica, de la Cámara de Vitoria no saldrá resolución alguna. Tanto la iniciativa original de EB, como las alternativas del PP y del PNV, serán tumbadas. Esto no significa que la discusión haya terminado. Los antitaurinos advierten de que no van a cejar en su empeño, habida cuenta de que el discurso animalista suma adeptos. El PSOE lo sabe y no le gusta. Tanto es así que sus cabezas visibles expresan cierta incomodidad a la hora de hablar de la cuestión. Prueba de ello es que la visita de las figuras del torero a la ministra de Cultura, para pedir el amparo a la fiesta taurina, se saldó el jueves con buenas palabras, pero sin compromiso en firme. Es más, los 'maestros' no lograron siquiera hacerse la foto con Ángeles González-Sinde.
En la misma línea, los alcaldes socialistas de Vitoria y San Sebastián, Patxi Lazcoz y Odón Elorza, han eludido dar a EL CORREO su opinar sobre un asunto «polémico», en palabras de sus asesores. Se da la circunstancia de que ambos consistorios son los propietarios de los modernísimos cosos construidos en la última década.
 
Quien sí ha hablado en contra de los festejos taurinos ha sido el secretario general de los socialistas alaveses, Txarli Prieto. Lo ha hecho en su blog. «Estoy a favor de la prohibición de las corridas de toros», afirma de entrada. A renglón seguido, matiza que su voto en el Parlamento va a respetar «la decisión que el grupo decida por mayoría». Es decir, no va a reclamar la libertad de sufragio como en Cataluña.
 
Desde los sectores vascos relacionados con la tauromaquia, no se oculta cierta preocupación respecto a que las tesis animalistas ganen terreno, aunque coinciden en señalar que en Euskadi la fiesta tiene unos anclajes muy sólidos inexistentes en Cataluña. En Euskadi hubo medio centenar de espectáculos en 2009, entre corridas de toros, novilladas, rejoneo o becerradas. Los festejos a base de encierros, vaquillas y sokamuturras se elevaron a 113.
 
El empresario de Illumbe y gerente de Vista Alegre, Pablo Chopera, asegura que el debate en el País Vasco «es inexistente» y atribuye el descenso de espectadores registrado esta temporada únicamente «a la crisis». Chopera está convencido de que lo ocurrido en Cataluña no sucederá en Euskadi. Y es que el empresario no imagina una Aste Nagusia sin toros «con el inmenso valor añadido que generan en el comercio, la hostelería, los taxis... En Cataluña fue una cuestión política. Aquí existe una afición muy arraigada», recalca.
 
Un ejemplo de ese arraigo es Joxin Iriarte Aramburu, todo un romántico de la Fiesta que cada año, en calidad de presidente de la Comisión Taurina de Azpeitia, se mete en el lío de organizar una feria más que digna por San Ignacio. «Anda que no tenemos problemas, como para crear uno donde no lo hay. Es una discusión sin pies ni cabeza. Los toros generan riqueza. El que quiera que vaya y a quien no le guste, pues que se quede en su casa. No entiendo esa manía de prohibir en democracia», se sulfura.
 
«Una afición fuerte»
 
Además de aficionado, Eneko Andueza es concejal de Urbanismo en Eibar, donde el Ayuntamiento socialista proyecta un multiusos que sirva también de coso taurino. Andueza defiende que «la afición taurina sigue fuerte» en el País Vasco. La opinión es compartida por Andoni Rekagorri, ganadero por partida doble. En Dima cría, desde hace treinta años, vacas de la raza autóctona Betizu en peligro de extinción y, en Salamanca, reses bravas. «Sin la fiesta, no hay toro, no hay animal. Se termina», advierte este psiquiatra. A su juicio, el debate «es innecesario. Aquí hay afición, nada que ver con Cataluña».
 
Otro ganadero vasco en campo charro, Rafa Iribarren, cree que es hora de mirar a Francia, donde «una cuarta parte del país tiene toros y el resto no lo discute». Además apuesta por «un sector autorregulado, para no depender del Ministerio de Interior, y autogestionado, sin dependencia de las administraciones».
 
El único torero vasco en activo, Iván Fandiño, reclama «el derecho a la libertad de elegir. Que los partidos no se metan en esto, que dejen a la gente decidir», clama. También el presidente del Club Cocheritro, Leopoldo Sánchez Gil, espera que «la clase política esté a la altura» para que «se respete a quienes nos gustan los toros».
 
El portavoz de Vitauri, la asociación que organiza la feria vitoriana de La Blanca, tacha de «gratuito» el debate. Ahora bien, Ramón Garín cree que si hay que discutir, «que sea de todo: del consumo de carne, de zapatos, de las granjas de pollos. Cogemos, nunca mejor dicho, el toro por los cuernos».
 

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