Manuel Vincent

"La fiesta de los toros está montada en esencia sobre la tortura pública de un animal, y, por muchos pases pintureros que el diestro pegue vestido de sota de espadas, nunca podrá ocultar la degradación que late bajo la supuesta belleza de una verónica...."

"Por mucho que se enmascare con un esteticismo hortera o con un flato poético, una corrida de toros en directo o en diferido es el espectáculo basura por excelencia, aunque lo presida el Rey de España y le guste a algún chino."

"Si alguien concibe que una carnicería semejante puede servir de soporte a un arte, ya está preparado para admitir que la verdad puede ser extraída mediante la tortura en el sótano de una comisaría; si se admite que la belleza puede surgir de la sangre derramada, aunque ésta se inflija a un animal, es que uno ya tiene justificado en el corazón todo tipo de violencia."


Manuel Vincent

viernes, 25 de febrero de 2011

Colombia: "Anuncian referendo contra corridas de toros"

En el Congreso de la República se anunció un proyecto de ley de referendo en contra del maltrato animal que se registra en el país.

La iniciativa, del senador Camilo Sánchez, incluye que sean prohibidas las corridas de toros en Colombia, tal y como sucedió en Cataluña (España).
En el marco del Tercer Foro Nacional contra el Maltrato Animal desarrollado en el Congreso, Sánchez dijo que cualquier maltrato a los animales debe ser prohibido.

Según él, en el mundo sólo quedan siete países –entre ellos Colombia– en donde se sigue con el maltrato animal y las corridas de toros.
Sin embargo, advirtió que su referendo no será solamente en contra de las corridas pues incluye que se propenda por castigar todo tipo de maltrato animal.

“Estamos en contra de los circos que maltratan animales, estamos en contra de la pelea de perros y de gallos, y estamos contra de todo el maltrato que se está dando”, aseguró.

“Les va a quedar muy complicado a nuestros opositores cuando se lleve a cabo ese referendo donde más del 95% de los colombianos estamos convencidos que debemos tener consciencia no sólo de nuestros animales sino de todo el medio ambiente”, agregó.

Finalmente, el senador recordó el terrible episodio en el cual un grupo de policías en Caquetá maltrata a un perro hasta llevarlo a la muerte.

En los próximos días se espera que Camilo Sánchez inicie el proceso de recolección de firmas para su referendo. 

sábado, 5 de febrero de 2011

FALSO, la Feria del Toro no se celebra porque los supuestos interesados, empresarios taurinos, ganaderos, matadores... siguen sin invertir un euro en la actividad, por llamarlo de alguna forma, de la que viven. La última edición se celebró en 2009 y fue gracias, yo diría por desgracia para todos los andaluces y por supuesto los toros, a los DOS MILLONES DE EUROS que aportó la Junta de Andalucía de las arcas públicas. Estos señores tienen la "boca de un cura" se pasan la vida pidiendo. Ganaos el pan con vuestro esfuerzo y dejad de pedir dinero continuamente y sobre todo, dejad de matar.

La falta de implicación de la Administración en la Feria del Toro enoja a los ganaderos

Los empresarios alertan de las consecuencias económicas de la suspensión de esta muestra, que este año no se celebrará.

"La Feria Mundial del Toro no se celebra por la falta de responsabilidad y de implicación de la Administración andaluza no por culpa del sector taurino; algo por lo que estamos muy enojados". Así de rotundo se mostró ayer el presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia y de la Mesa del Toro, Carlos Núñez. "Los ganaderos no podemos solventar lo que la Administración no es capaz de hacer", afirmó Núñez a este periódico, un día después de que, junto al director gerente de Fibes y presidente de la Feria Mundial del Toro, Felipe Luis Maestro, anunciara que esta muestra se suspende indefinidamente por falta de financiación, ya que no han logrado recaudar los 300.000 euros necesarios para sacar adelante este evento que por su naturaleza es deficitario. Núñez quiso recordar que no se trata de una feria comercial, sino de promoción que le cuesta el dinero a los ganaderos.

El sector taurino no es el único enojado con esta suspensión. Los presidentes de las asociaciones de Hoteles y Hostelería de Sevilla, Manuel Otero Alvarado y Pedro Sánchez-Cuerda, respectivamente, subrayaron a Europa Press el significado "negativo" que, para la industria turística de Sevilla, tiene que este año no se celebre la Feria Mundial del Toro, que tenía previsto abrir sus puertas el próximo 17 de febrero.

Se trata, según los empresarios, de "una feria que destaca por su proyección turística con repercusión en toda la economía de la ciudad, por el nivel adquisitivo y poder de gasto de sus potenciales participantes, y por lo que también significan de publicidad y de promoción de nuestro destino a nivel nacional e internacional". Un evento que "contribuye a generar economía, con más de 25.000 plazas hoteleras provinciales, y más de 6.500 establecimientos de hostelería, y un sin número de empresas que ofrecen servicios complementarios, de los más diversos". "Entiendo que los hoteleros y hosteleros estén molestos, ya que esta feria generaba economía para ellos", dijo Núñez, que cree que la Administración debería de haber recortado en otro sector y no en esta muestra "relevante e importante".

Por su parte, la concejal de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla y la segunda teniente de alcalde, Rosamar Prieto-Castro, atribuyó ayer a la "escasez de apoyo en general" la suspensión de la XI edición de la Feria Mundial del Toro. Prieto-Castro argumentó que al margen del "momento económico" que atraviesa el país, las "polémicas" que rodean al mundo de los toros y el surgimiento de un movimiento contrario a la Fiesta ha podido "influir muchísimo" en la falta de patrocinadores privados. La concejal de Fiestas Mayores lamentó que dicho evento no vea su edición este año.

La feria no verá la luz este año. No se sabe que ocurrirá en 2012. "El día que se pueda volver a realizar, los ganaderos y el sector taurino haremos un esfuerzo sobrehumano para que la muestra sea lo que ha venido siendo".
 

domingo, 30 de enero de 2011

Jesús Mosterín: "El mundo del toro es sangriento, inmoral y cursi"

El catedrático de Lógica, Jesús Mosterín, argumenta por qué está en contra de las corridas de toros y explica por qué los argumentos de los taurinos para defenderla son falsos. Reúne estas razones en su libro "A favor de los toros, en contra de las corridas"

Entrevista en Onda Cero:

lunes, 24 de enero de 2011

Aunque legal, es evidente que la tauromaquia constituye un claro ejemplo de maltrato animal.

Comunicado de GEVHA en relación a los actos de violencia contra los animales perpetrados en Costa Teguise.

Hemos tenido conocimiento de los actos de tortura y muerte perpetrados sobre varios animales en Costa Teguise por parte de tres menores de entre 15 y 17 años de edad.


Desde GEVHA, el Grupo para el Estudio de la Violencia Hacia Humanos y Animales y el Observatorio de Violencia Hacia los Animales, quisiéramos expresar nuestra más absoluta condena a la tortura perpetrada sobre estos animales.

Hemos tenido conocimiento de los actos de tortura y muerte perpetrados sobre varios animales en Costa Teguise por parte de tres menores de entre 15 y 17 años de edad. El maltrato ejercido sobre estos animales revela un preocupante grado de ensañamiento y falta de empatía, por lo que resulta prioritario recomendar una evaluación psicológica, además de la pena correspondiente, para asegurarse que esta violencia no se repite ni evoluciona en una escalada. Numerosos estudios  demuestran la correlación entre crueldad con animales y diferentes trastornos psiquiátricos,  vandalismo y otros actos anti-sociales incluyendo violencia contra las personas.

Los maltratadores de animales presentan una mayor probabilidad de ser violentos con las personas y de cometer delitos comunes. Según un amplio estudio (Arluke et al., Journal of Interpersonal Violence, 1999), un maltratador de animales presenta cinco veces más probabilidades de cometer crímenes violentos como agresiones físicas, violaciones y asesinato; cuatro veces más de delinquir contra la propiedad; y tres veces más de cometer delitos relacionados con las drogas. Las investigaciones también establecen un vínculo especialmente estrecho entre el maltrato a los animales y la violencia doméstica. Aquellos que perpetran actos violentos contra animales son más proclives a cometerlos también con sus cónyuges o sus hijos.

Precisamente,  dada la tendencia a la reincidencia en los casos de crueldad con animales y dicha  correlación con otros actos anti-sociales, ha pasado la primera votación la propuesta de Ley SB  1277 para elaborar un registro oficial de acusados de maltrato con animales, del mismo modo  que se hace con los agresores sexuales (Megan's Law). Actualmente hay 9 Estados más en EEUU que están interesados elaborar un registro similar. Recientemente, el condado de Suffolk, en Nueva York, ha implementado el primer registro oficial de maltratadores de animales.

Recientemente se presentó en el Congreso de la Asociación Americana de Criminología un estudio elaborado Cataluña por los doctores Ángel Cuquerella (médico forense), Núria Querol (médico de familia del CAP de Valldoreix), Mercè Subirana (médico forense) y Frank Ascione (psicólogo y uno de los mayores expertos mundiales en maltrato a los animales). El estudio realizado en Cataluña se basa en una muestra de 50 sujetos, de los cuales casi el 24% estaban acusados / condenados por delitos graves (violentos) o en fase de cumplimiento de sentencia por homicidio, asesinato o asesinato en grado de tentativa, y el 6% por violación (en cuatro casos, de 5 a 23 víctimas por agresor). Se estudió una submuestra de 24 individuos mediante cuestionarios para evaluar el maltrato a los animales, y la PCL.SV para evaluar rasgos psicopáticos de personalidad y conductas antisociales. Se obtuvo una tríada enuresis-piromanía-crueldad con animales en un 23,5% de la muestra, con tríada incompleta (uno / dos ítems) en un 65%. Si se considera sólo la crueldad hacia los animales como elemento aislado, la encontramos en un 41,7% de la muestra. Otra tríada pronóstica, como es traumatismo craneal + paranoidismo + abusos (sexuales-psíquicos-físicos; Pincus 2002) aparece completa en un 41% de la muestra, y es incompleta en un 70,6%. Se deben  estudiar, pues,  factor predictivos de la violencia futura (falta de empatía, enfermedad psiquiátrica, lesión cerebral, crueldad con animales, trastorno de los impulsos y / o retraso de la maduración esfinteriana) para entender el fenómeno de la interacción humana violenta. Las tríadas descritas pueden valorarse en el mundo de la violencia doméstica conyugal, contra los ancianos, los menores, o incluso contra los animales, utilizados muchas veces por los violentos de forma intimidatoria o manipulativa hacia los demás.

Teniendo en cuenta las numerosas evidencias que asocian el maltrato de animales con la violencia hacia los seres humanos, muchos gobiernos han tomado medidas para fortalecer sus leyes de protección de los animales, y en varios países las agencias de orden público y los organismos gubernamentales han aprobado políticas basándose en estas conclusiones. A modo de ejemplo: muchas jurisdicciones de Estados Unidos han implementado sistemas de intercambio de datos y de formación entre los servicios sociales y las organizaciones de bienestar animal. Por otra parte, el F.B.I. utiliza información sobre casos de maltrato de animales para buscar e identificar a delincuentes violentos. Se ha instruido a los trabajadores sociales sobre la necesidad de informar acerca de los casos de maltrato a animales, y la policía ha recibido entrenamiento para detectar signos de maltrato infantil y de violencia de género al investigar casos de maltrato de animales. Más recientemente, los servicios de protección a la infancia, las casas de acogida para mujeres maltratadas y las jefaturas de policía local, han comenzado a colaborar con veterinarios y con otras entidades que trabajan en el cuidado de los animales, utilizando los informes sobre casos de maltrato a los animales para identificar hogares donde se puede estar produciendo maltrato infantil o violencia contra la mujer.

Cualquiera de los factores que contribuyeron a este terrible acto debe ser adecuadamente evaluado y habría que prescribir ayuda para prevenir más actos violentos ya sea hacia otros animales o hacia personas.
Si desean saber más sobre la importancia de la consideración del maltrato a los animales se pueden dirigir al artículo “Violencia hacia los animales por menores... ¿Cosas de niños? "Publicado en el número 13(Abril 2008) de la Revista de Bioética y Derecho de la  Universidad de Barcelona. http://www.ub.edu/fildt/revista/pdf/RByD13_Animal.pdf

Esperamos que la Justicia actúe en defensa de quienes no se pueden defender adoptarán medidas para  evitar que estos actos se repitan.

Les damos las gracias por su amable atención y quedamos a su disposición para todo lo que considere necesario,
 

Dra. Núria Querol i Viñas
Médico residente en el Hospital Universitario Mútua de Terrassa y Bióloga especialista en Biología Celular y Genética y Biosanitaria.
Profesora del Máster de Intervención Educativo-terapéutica asistida con animales de la Universidad de Barcelona.
Estudios en Psicología, Criminología, Perfil Criminal y Psicopatía, e Investigación de Homicidios en Serie.
Fundadora del Grupo para el Estudio de la Violencia Hacia Humanos y Animales.
Directora del Observatorio de Violencia Hacia los Animales.
Miembro de la Comisión de Ética y Experimentación Animal de la Generalitat de Catalunya.
Miembro de la National Link Coalition (USA).
Miembro de la Comisión de lucha contra la violencia familiar y de género del Hospital Universitario Mútua Terrassa.
Miembro de la Asociación Americana de Criminología, Especialista en crueldad hacia animales.
Miembro de la American Sociological Association, secciones "Animals and Society" y "Crime Law and Deviance"
Miembro de la Sociedad Española de Estudios Criminológicos
Miembro de la Societat Catalana de Psiquiatría i Salut Mental.
Miembro de la Sociedad Americana de Psicología-División de Estudios Humano-Animal
Miembro de la Asociación Internacional para el Estudio de Trastornos de Personalidad.
Miembro de la Academia de Perfil Comportamental.
Miembro del Comité de Honor de la Fundación Altarriba.
Miembro de PRODA.
Miembro de AIUDA, Asociación Interuniversitaria para la Defensa Animal.

Liberaong.org

domingo, 23 de enero de 2011

Una cornada de incongruencias.


La fiesta de los toros vive un absurdo político y cultural -RTVE la veta para proteger a la infancia -Los parlamentarios muestran desapego hacia el toreo- Las autonomias socialistas lo respaldan.
RTVE ha echado el  cierre a los toros. La televisión pública ha decidido no retransmitir corridas "por su horario, generalmente coincidente con el horario protegido o de especial protección para la infancia", según se recoge en su Manual de estilo, que encuadra los festejos en el capítulo de Violencia con animales. Se acabaron, pues, las retransmisiones taurinas en la televisión pública, cuya oferta informativa queda reducida a un programa semanal de media hora -Tendido cero-, que se emite los sábados al mediodía.
La fiesta de los toros sufre así una grave cornada; esta vez, en forma de estocada en el mismo hoyo de las agujas, pues impide la difusión de grandes eventos taurinos que contribuyen, sin duda, al conocimiento y la formación de nuevos aficionados.
Pero lo que pudiera ser motivo suficiente para que los amantes de la tauromaquia se rasgaran las vestiduras pone de manifiesto, más bien, la incongruencia absoluta que preside actualmente el mundo de los toros, inmerso en gravísimas contradicciones, incoherencias incomprensibles, una alarmante desidia de sus principales protagonistas y un galimatías ideológico, económico y cultural que evidencia su total desamparo.
Aunque parezca extraño, mientras RTVE decide cerrar la pequeña pantalla a las corridas para proteger a la infancia, sigue vigente el compromiso del ministro del Interior,Alfredo Pérez Rubalcaba, de tramitar el paso de los toros al Ministerio de Cultura; además, el pasado mes de octubre, el Senado rechazó con los votos, entre otros, del Grupo Socialista, la propuesta del PP para declarar los toros Bien de Interés Cultural, decisión que sí habían adoptado los Gobiernos populares de las comunidades de Madrid, Valencia y Murcia; y el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, declaraba hace solo unos días que él no hubiera votado a favor de prohibir las corridas de toros en Cataluña.
Pero no acaban aquí las incongruencias: los Gobiernos socialistas de Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón y Extremadura hacen gala de su apoyo incontestable a la fiesta taurina y dedican inversiones millonarias en sus respectivas televisiones y radios públicas a programas semanales y retransmisiones de festejos. Y el Partido Popular, convertido en el gran defensor de la fiesta -acaba de presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la prohibición de los toros en Cataluña- se encuentra con la sorpresa de que sus cuatro representantes en el Consejo de RTVE dieron su aprobación al Manual de estilo que decide poner fin a las emisiones taurinas. Y no es que hayan roto la disciplina de partido, no; de las declaraciones posteriores de uno de ellos se desprende que el documento era tan profuso y voluminoso que, supuestamente, no le prestó o no pudo prestarle la atención debida.
La perla la protagonizan, como siempre, los toreros. Mejor dicho, las llamadas figuras. Son estas, siguiendo la estela marcada por José Tomás, las que se oponen tajantemente a ser televisadas ("quien quiera vernos, que pague"), e impiden con su ausencia que los festejos que aparecen en la pequeña pantalla tengan el necesario interés para la audiencia. Figuras todas ellas, junto al resto de los taurinos, que solo a raíz del movimiento antitaurino generado en Cataluña se han sentido obligadas a defender un sector que padece desde hace años una preocupante crisis de pureza y prestigio. ¿Cabe mayor desatino?
¿A quién le puede sorprender, entonces, que, en todo este desorden sin sentido, RTVE decida no emitir corridas de toros por coincidir con el horario infantil? Habría que concluir, sencillamente, que en la corporación pública han abundado y abundan los antitaurinos, o que la televisión nacional es el espejo en el que se reflejan las miserias del espectáculo taurino: un río revuelto, sin estrategia política y cultural, en el que unos lo defienden por razones electorales, otros lo rechazan por convicción, algunos, los más ingenuos, sueñan de buena fe que vuelva la emoción, y la mayoría asiste a este culebrón entre la más aburrida indiferencia. RTVE remite a su Manual de estilo para explicar la decisión. Nada más.
El matrimonio entre los toros y la televisión pública ha vivido largos periodos de radiante felicidad. España entera se emocionó en los años sesenta con un fenómeno social llamado Manuel Benítez El Cordobés, cuyas gestas televisivas en blanco y negro llegaron a paralizar muchas tardes la vida laboral del país. La pequeña pantalla hizo vibrar a la sociedad española con las figuras de los años setenta y ochenta; pero esa pasión desaforada se fue apagando a medida que el progreso se hacía presente y afloraban movimientos contra la fiesta taurina. Poco a poco, los toros perdieron adeptos, aunque no espectadores -continúa teniendo un importante número de asistentes-, tomaron parte los grupos políticos, y los taurinos, anclados en el pasado más inmovilista, decidieron hacer dinero rápido y olvidarse del futuro.
Sin prisa, pero sin pausa, la corriente antitaurina fue tomando cuerpo e hizo su entrada en el Parlamento nacional, donde los toros cuentan con pocos defensores. En verdad, solo uno (existe una Asociación Taurina Parlamentaria, a la que no se le conoce actividad): Juan Manuel Albendea, diputado del PP por Sevilla, reconocido intelectual taurino y colaborador en la crítica del desaparecido maestro Joaquín Vidal, que no se ha cansado de preguntar sobre la programación taurina a los tres últimos responsables de RTVE, Carmen Cafarell, Luis Fernández y Alberto Oliart, con escasa fortuna.
Ya en octubre de 2004, Esquerra Republicana de Cataluña solicitó al Gobierno que las corridas de toros se suprimieran de la programación televisiva en horario infantil; e Izquierda Unida pidió que los festejos se emitieran durante la madrugada.
Se estrenó entonces Albendea en su papel de defensor, y tras una pormenorizada explicación de la tradición cultural de los toros, señaló que ningún reglamento, a excepción del aprobado en la dictadura de Primo de Rivera y de la norma posterior del Parlamento catalán, prohibía la entrada de los menores en las plazas. Y concluía: "Si esto es así, ¿por qué se pretende que no vean los toros por televisión? Dejemos que sean los padres quienes decidan lo que deben ver sus hijos".
Esta opinión es compartida por el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, quien afirma que son los progenitores los que deben decidir cómo quieren educar a sus hijos. "No creo que un festejo taurino afecte negativamente a los niños, y estoy convencido de que existen contenidos televisivos terribles para los menores y no nos preocupan", dice. Denuncia Canalda la violencia demoledora que se produce en los platós de televisión, que se permite por audiencia y por dinero, y se muestra partidario de menos prohibiciones y más responsabilidad paterna.
Carmen Cafarell, directora general de RTVE en 2004, contestó a Albendea que en el ente público no existía una política antitaurina y sí limitaciones presupuestarias para las retransmisiones. Lo cierto es que TVE emitió el último festejo el 14 de octubre de 2006, con motivo de la feria del Pilar de Zaragoza.
Al año siguiente, Luis Fernández, presidente de la Corporación RTVE, volvió a insistir en el muy elevado coste de las retransmisiones -ni entonces ni ahora RTVE ofrece datos económicos-, no compensado con los ingresos, y justificaba el compromiso taurino con los programas Tendido cero de La 2 -con una audiencia media de 200.000 personas en 2010, el 3,1%-, el radiofónico Clarín y la emisión de los Sanfermines.
Ha habido más preguntas del insistente diputado Albendea -la última a Alberto Oliart- y una proposición no de ley del pasado mes de noviembre en la que solicitaba la inclusión de información taurina en los telediarios y la retransmisión, al menos, de 10 corridas, y que fue rechazada con los votos del PSOE y CiU.
También se ha movido la Mesa del Toro, que reúne a representantes de 15 asociaciones profesionales del sector. Su gerente, Eduardo Martín Peñato, dice tenerlo claro: "El Gobierno no quiere dar la espalda a los toros, pero tampoco los apoya". Hace un año se entrevistaron con un representante de Oliart, a quien solicitaron un mejor tratamiento informativo y la retransmisión "de dos o tres corridas importantes, no más", pero todo quedó en buenas palabras. Y concluye Martín Peñato: "No es admisible que se barajen criterios de rentabilidad cuando estamos hablando de un servicio público: los 2.500 millones de euros que el sector aporta al PIB merecen un mejor trato en Televisión Española".
Breve e irónico se muestra Carlos Abella, director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de Madrid, quien señala que la decisión de la RTVE es "una prueba más del inmenso apoyo que el Gobierno y el PSOE brindan al toreo y a la cultura de este país".
La otra cara de la moneda la representa Manuel Brenes, director general de Espectáculos Públicos de la Junta de Andalucía, quien prefiere no valorar la decisión de RTVE, y se enorgullece de que el Gobierno andaluz cumple con el acuerdo alcanzado en noviembre de 2004 por el Parlamento de la comunidad autónoma, por el que se instaba a incrementar el fomento y difusión de la tauromaquia, el impulso de la fiesta en los ámbitos educativos, y pedía a la televisión andaluza que mantuviera e incrementara su programación taurina.
¿Patrimonio cultural? ¿Maltrato animal? ¿Protección de la infancia? ¿Utilización política? Sin duda, una pura incongruencia, un contrasentido y ausencia de lógica; pero las corridas de toros no volverán a la televisión pública.

viernes, 21 de enero de 2011

"Con esta muerte ya son tres la personas fallecidas en encierros en Castilla-La Mancha en a penas dos semanas."

Un hombre de 58 años, identificado como A.J.C., ha fallecido durante la celebración del tercer encierro de las fiestas de la localidad de Elche de la Sierra (Albacete), tras ser embestido por uno de los toros.
 
Según han confirmado fuentes de la Subdelegación del Gobierno a Europa Press, el hombre resultó herido por asta de toro en el abdomen, alrededor de las 11.30 horas. Tras ser atendido en el lugar de los hechos por un equipo médico que intentó reanimarle, fue trasladado hasta el Centro de Salud de la localidad, donde ha fallecido.
 
El hombre, vecino de la localidad cercana de Hellín (Albacete), estaba haciendo el recorrido del encierro cuando fue embestido por uno de los astados, a la altura de la Plaza Vieja de la localidad, según han confirmado a Europa Press fuentes de la Policía Local, que han precisado que el herido, que según el parte médico murió por parada cardiorespiratoria, sufrió después un fuerte traumatismo al caerse cuando intentaba subirse a una valla para escapar del toro.
 
Elche de la Sierra celebra desde el día 14 al 19 de septiembre las fiestas en honor a la Virgen de los Dolores y el Cristo de la Consolación, conocidas por sus tradicionales encierros de reses bravas.
 
Según ha informado en declaraciones a Europa Press el alcalde de Hellín (Albacete), Diego García Caro, el entierro del fallecido se podría celebrar mañana, sin embargo no ha podido confirmar este dato porque está a expensas de que el juez decida si se practica la autopsia al cadáver.
 
TRES MUERTES
 
Con esta muerte ya son tres la personas fallecidas en encierros en Castilla-La Mancha en a penas dos semanas. Al fallecimiento ocurrido en el día de hoy se une la muerte de otro hombre de 42 años el pasado lunes al ser embestido por un toro en los encierros de Villa Seca de la Sagra (Toledo) y el fallecimiento en el día de ayer de otro hombre de 48 años, también natural de Hellín, por las heridas sufridas en un encierro celebrado hace dos semanas en Molinicos (Albacete).
 
A este respecto, el alcalde de Hellín ha pedido a las personas de la localidad que tengan la intención de acudir a municipios aledaños a disfrutar de alguna fiesta, que extremen su precaución si participan en encierros "porque todos los años nos desayunamos con noticias de este tipo".
 
Igualmente, Diego García Caro ha animado a sus conciudadanos "a ser prudentes y disfrutar" con el fin de que no ocurran este tipo de desgracias.

sábado, 8 de enero de 2011

Diatriba del ilustrado

En España los debates de la Ilustración no acaban nunca de pertenecer al pasado. En el siglo de Internet y de Google nos rejuvenece la necesidad de seguir vindicando principios que ya eran de sentido común en la época de las pelucas empolvadas. La sombra siniestra de Fernando VII se siguió prolongando sobre nosotros hasta bastante después de la agonía del general Franco. Y ya éramos adultos los que todavía andamos por el medio siglo cuando se establecieron con alguna firmeza en nuestro país algunas de las libertades de la revolución francesa o la revolución americana. Que en España haya corridas de toros y alegres fiestas patronales en las que con subsidio y bendición oficial son martirizados animales indefensos es una anomalía tan escandalosa como que los centros educativos de la Iglesia católica sean sostenidos por el dinero público o como que en las solemnidades religiosas de dicha confesión participen con regularidad e incluso con fervor representantes políticos de un Estado legalmente aconfesional. En el siglo XVIII monarcas ilustrados prohibieron la fiesta de los toros: en el siglo XXI su descendiente directo asiste jovialmente a las corridas y las preside a veces con la adecuada pompa, siguiendo el ejemplo del más torvo de sus antepasados, su majestad Fernando VII, que al mismo tiempo que suprimía por decreto las universidades restablecía la Santa Inquisición y las corridas de toros. Jovellanos reflexionaba hace más de dos siglos sobre la necesidad de aliviar la barbarie y la ignorancia españolas suprimiendo las diversiones públicas más brutales y más sanguinarias: en 1992 un Gobierno socialista promulgó un nuevo reglamento taurino en el que se autorizaban las llamadas banderillas de castigo y en el que se suspendía la prohibición a los menores de catorce años de asistir a las corridas. Todo un vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, daba ejemplo llevando a su hijo pequeño a los toros. A Jovellanos, y a los ilustrados de casi todas las generaciones posteriores, los obsesionaba la escasez de medios que podían dedicarse a la enseñanza, y la necesidad de elevar el nivel educativo de las clases populares como camino imprescindible hacia la justicia: el año pasado, en una época de graves recortes sociales, la llamada fiesta nacional recibió subvenciones por valor de seiscientos millones de euros, y la Junta de Andalucía siguió dedicando una parte de sus recursos y sus esfuerzos educativos a promover el conocimiento del mundo taurino entre los alumnos de los institutos, dado que se venía observando un alarmante declive en la afición a esa seña de identidad tan andaluza entre las nuevas generaciones: en 2009, más de 1.600 alumnos de 29 institutos de secundaria visitaron ganaderías y asistieron a novilladas.

En España, quizás por influencia de las rivalidades taurinas, de la división sin matices entre el sol y la sombra, casi todos los debates son argumentaciones doctrinales a favor o en contra de algo. Por eso es tan saludable, y tan educativo, el libro de Jesús Mosterín del que he sacado todos estos datos, A favor de los toros, una diatriba apasionada contra la crueldad inútil y el salvajismo de tantas tradiciones españolas, pero también un informe documentado y preciso sobre los términos verdaderos de la cuestión: desde la fisiología del sufrimiento, en la que todos los mamíferos superiores nos parecemos tanto, hasta los pormenores históricos de una anomalía cultural que nos avergüenza ante el mundo, y que tiene su origen en lo más negro de un pasado que se obstina en seguir infectando el presente.
Con frecuencia la etimología de las palabras ilumina su significado más profundo. Crueldad, explica Mosterín, proviene del término latino cruor, que significa "sangre derramada". El espectáculo de la sangre derramada en público y por diversión es una antigua tradición europea que viene al menos de las peleas de gladiadores y las matanzas de animales salvajes en los circos de Roma. El regocijo ante la crueldad fue siempre un rasgo de las multitudes ignorantes convertidas en chusma dócil bajo el arbitrio de los déspotas. Como los brutales alcaldes españoles del siglo XXI que gastan el dinero público en el tormento de vaquillas acosadas por hordas de borrachos, los poderosos de Roma distraían a la plebe con el jolgorio de la sangre derramada. Mosterín hace una enumeración desoladora de los espectáculos de crueldad que amenizaron las ciudades europeas hasta la última ejecución pública de un condenado a muerte, que tuvo lugar en París en 1939: los ahorcamientos, las decapitaciones, las quemas de herejes y de brujas, y al mismo tiempo el suplicio de los animales, en los que hasta principios del siglo XIX España no fue una excepción: las peleas sanguinarias de perros contra osos o toros en Inglaterra, la quema a fuego lento de gatos sospechosos de brujería, la quema o desollamiento de las plantas de los pies de los osos para hacer que pareciera que bailaban. En Madrid, en el siglo XVII, un entretenimiento de la realeza era lidiar a caballo a un toro y luego dejarlo que se despeñara en los barrancos del Alcázar que daban al Campo del Moro.

Un sofisma bastante rancio que esgrimen quienes hacen burla de la sensibilidad hacia el sufrimiento de los animales asegura que éstos no pueden tener derechos, ya que no tienen deberes. Quienes lo usan andan más cerca de la escolástica medieval que de los avances de la neurociencia, por no hablar de las intuiciones milenarias sobre el parentesco profundo entre los seres vivos, confirmadas ahora por el desciframiento de los genomas. Entre las muchas cosas que he aprendido en el libro de Mosterín está la falacia misma del nombre del toro bravo: los toros, como todos los mamíferos herbívoros, han desarrollado como estrategia evolutiva de supervivencia no la agresión, sino la huida. Embisten no por instinto, sino por aturdimiento y por pánico, y por el dolor terrible que les produce el hierro de la vara de picar y de las banderillas. La cuestión no es si esos animales con los que compartimos la capacidad de temer y de sufrir tienen derechos o no: es en qué medida nuestra humanidad consiente que se les someta a tortura por diversión. La misma oleada civilizadora que trajo consigo la vindicación de los derechos humanos, la igualdad de las mujeres, el final de la esclavitud, llevó al descrédito y a la abolición de la mayor parte de espectáculos sanguinarios. La Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals se fundó en Inglaterra casi al mismo tiempo que llegaban a Londres los primeros exiliados liberales españoles y que Fernando VII restablecía las corridas de toros y la Inquisición.
Uno se acuerda de la mirada de abatimiento de Jovellanos cuando lee el relato de la manera atroz en que se martiriza en Tordesillas o en Coria a las vaquillas como parte de fiestas oficiales, o el cinismo oficial de las autoridades catalanas protegiendo la brutalidad de los toros embolados en los pueblos del bajo Ebro, o imaginando el catálogo de crueldades que se cometerán cada año en los tres mil festejos con suelta de toros que se celebran tan solo en la Comunidad Valenciana. Quizás la Ilustración habría avanzado más en nuestro país si quienes gobiernan no se pusieran tantas veces de parte del oscurantismo.

Antonio Muñoz Molina

antoniomuñozmolina.es A favor de los toros. Jesús Mosterín. Laetoli. Pamplona, 2010. 128 páginas. 12,50 euros